Un mar de conocimiento de un centímetro de profundidad
Cuando escuché esta frase me identifiqué mucho, soy una persona muy curiosa que hace de todo pero nunca llega a ser expert@ en eso, como dice la frase, solo alcanzo un centímetro de lo que podría aprender. Aún sigo con la duda de si eso es algo malo o no.
Cuando veo a alguien haciendo algo con un nivel altísimo, dentro de los mejores, me hace sentir que me hace falta algo. No necesariamente envidio el talento de los demás (tampoco es que lo logren solo con talento), me gusta ver lo que otros crean dedicando lo mejor de sí mismos, admiro a cualquier persona que cuando miras lo que hace no puedes evitar sorprenderte. Al menos cuando yo lo veo así me siento, con sorpresa de que un humano como yo puede hacer algo como eso, ya sea cantar, bailar, programar, etc. y al mismo tiempo me hace preguntarme ¿qué es lo que hago yo?, ¿necesito encontrar algo especial?.
No me destaco en nada, puedo hacer muchas cosas a un nivel de habilidad medio. Tal vez esto solo es una idea creada por este mundo en el que nos dicen que tenemos que especializarnos en una sola cosa, "en algo debes de ser bueno" es lo que dicen, pero ¿es tan necesario?.
A mi parecer saber de muchas cosas diferentes tiene sus ventajas, he notado que ayuda sobre todo a solucionar problemas más rápido y aprender cosas nuevas. El problema es que el síndrome del impostor esta muy presente, es lo que me impide usar títulos como: músico, escritor, programador, pintor, etc. Hago todas esas cosas pero no siento que tenga un nivel suficiente para mencionarlo a los demás.
Entonces dirán ¿porqué no solo escojo alguno de ellos y ya?, bueno, lo intenté con la universidad. Me concentré en la programación por 4 años y dejé de hacer muchas de las otras cosas que hacía, pero de vez en cuando volvía a ellas, en mis ratos libres mi curiosidad me atraía a la guitarra y mi aburrimiento me llevaba a dibujar un poco. El mar es tan brilloso y lleno de posibilidades que era una pena no explorarlo.
Tengo un impulso que me empuja a ir tras nuevas actividades. Muchas veces son cosas muy específicas que en cuanto cumplen su función no vuelvo a buscar más el tema, esto se refleja en mi página de curiosidades de este blog, de repente surgen esas preguntas, investigo y cuando encuentro la respuesta lo dejo de lado. Otro ejemplo que pasó hace mucho fue cuando alguien cerró un cuarto de la casa y las llaves se quedaron adentro, recuerdo que pasé como dos horas viendo videos de como abrir la puerta con un pasador de pelo y después de un buen rato la pude abrir, desde entonces se lo básico de como funcionan las cerraduras ¿pero soy expert@ en abrir puertas? por supuesto que no, no creo que pueda hacerlo de nuevo.
Sé que siendo lógicos saber de muchas áreas diferentes no es malo, esos conocimientos pueden complementarse lo sé y hay muchos ejemplos de personas que hacen esto, que no se especializan, pero mi lado no-lógico no se siente satisfecho. Muchas de las personas que admiro son especialistas, personas en el top de lo que hacen y creo que eso atribuye a mi dilema, quiero ser algo como ellos pero mi cuerpo me lleva a otro lado. Tal vez debería buscar a personas no especialistas y buscar inspiración en ellos.
Este dilema lo he tenido por mucho tiempo, no pensaba llegar a una conclusión aquí, solo quería hablar desde mi perspectiva.
Gracias por leer (●'◡'●)
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